Actualmente, diversas sociedades se caracterizan por la presencia de diversas culturas dentro de un mismo territorio. Aunque los movimientos migratorios han existido siempre, fenómenos más recientes como la globalización han hecho que el volumen de los mismos aumente considerablemente. Este contexto ha provocado que ese “otro” hasta el momento desconocido y procedente de lugares lejanos, viva ahora en nuestras ciudades y pueblos.
El planeta en el que vivimos se caracteriza por un aumento de las conexiones entre personas procedentes de diferentes puntos del planeta. Mientras algunos viajan de un país a otro con sus visados y pasaportes, otros se instalan en nuevos destinos, con diferentes status.
En este momento, muchos individuos están cuestionando la manera de situarse en el mundo y están reivindicando una identidad cosmopolita. Al mismo tiempo que se conoce el extranjero y se superan los estereotipos que habitualmente le son asignados, se ponen en cuestión los valores culturales propios y se produce un mayor reconocimiento ante la diversidad.
Pero ¿qué significa ser “ciudadano del mundo”? ¿Qué características comparten las personas que se identifican con dicha categoría?

…los individuos, a medida que se mueven por el mundo o entran en contacto con personas y costumbres que presentan diferencias culturales, se cuestionan la identidad propia y, algunos de ellos, dejan de verse a sí mismos como procedentes de un territorio delimitado por unas fronteras específicas para pasar a identificarse como “ciudadanos del mundo” …
Y ahora te presentamos algunas de esos rasgos, quizá tú los poseas y no lo sabías:
- Manifiesta una actitud global ante la vida. Acepta las raíces propias que definen su identidad. Un ciudadano del mundo actúa con parámetros de globalización, es decir, actúa en lo global atendiendo los problemas y realidades más próximas.
- Tiene conciencia ciudadana y capacidad para el análisis crítico de la realidad. Defiende la importancia de actuar en pos de la justicia social, la defensa de la multiculturalidad y a favor de la sostenibilidad. En este sentido, es una persona culta e informada de los problemas sociales del momento.
- Presenta un carácter proactivo, con iniciativa propia y actitud creativa. No se ata a las modas.
- Posee autonomía para gestionar problemas o situaciones adversas.
- No cree en estereotipos e imágenes preconcebidas sobre países, etnias, culturas, personas. En la diversidad cultural encuentra una fuerte de sabiduría. Evita el etnocentrismo.
- Aprecia el acto de viajar, pero más que por una cuestión de acumulación numérica de países visitados y experiencias, lo hace por conocer, mezclarse y disfrutar de otras realidades y personas.
- Capacidad para comunicarse y socializarse ya no sólo con personas que hablan otros idiomas sino para compartir experiencias, saberes, ideas.

En resumen, un ciudadano del mundo mantiene una actitud manifiesta para vivir con intensidad. Aprovecha las posibilidades que ofrece la vida. Puede adaptarse a diferentes culturas. Se caracteriza por ser curioso y tiene ganas de acercarse a lo que considera diferente. Defiende sus puntos de vista y sabe que no existen las fronteras. Hace de su pasaporte, el mejor aliado, para lanzarse a la aventura. Y lo más importante se acerca con los expertos, al momento de planear su próximo viaje con responsabilidad.
¡Para que cuando pienses en viajar, pienses en nosotros!
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